jueves, octubre 27, 2005

Entre

El sueño lo confunde todo, entonces aparece una rana amarillenta justo cuando me hablas de no sé qué trámite para pagar la hipoteca, que te ahorca y te ahorca, como a la rana que se la traga el fango, y luego me preguntas alguna cosa, pero yo miro a la rana que realiza una acrobacia dificilísima para despertar, para salir del charco embarrada de lodo hasta la cintura, caminando despacio, escuchándote por ahí, entre murmullos de hojas contra hojas, de ramas húmedas y árboles gigantescos que alcanzan un cielo amarillento, mientras la rana amarilla te mira y te mira, con los ojos enormes, te dice todo va a estar bien, que la hipoteca no durará por siempre, que mejor no hablemos de ranas porque el cielo se pone oscuro y hay que guarecerse, en una selva así uno nunca sabe cuándo te van a atacar, sobre todo en la oscuridad, inundada de silencios inestables, horrorizada por una voz monstruosa que sale de la nada cuando abro los ojos en algún lugar lejos de tu crisis económica, con la estampa de una rana amarilla pegada en la radio–alarma que sólo ahora se escucha a todo volumen, emitiendo la voz de un tipo que habla de no sé qué consejos para evitar las deudas, fomentar el ahorro, pagar la hipoteca…

1 Comentarios:

A la/s 09 noviembre, 2005 17:27, Anonymous Anónimo dijo...

No pudiste ser más clara con la explicación compleja de un sueño.
Nuevamente excelente Karencilla

 

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